Explore cómo abordar los desafíos de la futura infraestructura de carga rápida de CC en este artículo escrito por Stefano Gallinaro de Analog Devices.
Los vehículos eléctricos (EV) ganarán cada vez más cuota de mercado y acabarán superando a los vehículos con motor de combustión interna. Las estaciones de carga rápida de corriente continua (CC) sustituirán o integrarán las gasolineras. Además, para alimentarlos se utilizarán energías renovables, como la solar y la eólica. Las personas desearán cargar sus vehículos eléctricos en menos de 15 minutos y no querrán hacer cola para recibir una pila de carga única.
Teniendo en cuenta las múltiples pilas de carga, la potencia pico de carga que la red tendrá que proporcionar localmente es de más de 1 MW. La red puede colapsar en muchos puntos, o se necesitan enormes inversiones para mejorar las líneas de transmisión y las centrales eléctricas necesarias para suministrar una carga base mucho mayor. Esta carga, sin embargo, es impulsiva y debe fusionarse con la energía intermitente generada por fuentes renovables como la solar y la eólica.
Los sistemas de almacenamiento de energía pueden solucionar este problema de una forma sencilla y elegante. Usamos fluidos como gasolina o gases para almacenar energía y reutilizarla cuando sea necesario (por ejemplo, al cargar combustible para un automóvil). Con el mismo principio, podemos almacenar energía eléctrica en baterías utilizando electrones y química. Luego, esta energía se puede utilizar para aumentar la carga de un vehículo eléctrico y mantener la red estable reduciendo los picos de energía o para proporcionar suministro en caso de apagón.
Obtenga más información sobre cómo está cambiando el mercado de la movilidad y cómo puede estar mejor preparado para los cambios de infraestructura que están a la vuelta de la esquina.
